miércoles, 26 de mayo de 2010

MÁS ALLA DE LA RUTA MOCHE

Más allá de la Ruta Moche
LA RUTA 1300
- LA LIBERTAD

Eran los finales de la década de los noventas, cursaba el último año de la carrera de Guía Oficial de Turismo y para pagar mis estudios tuve que trabajar en varios empleos temporales. Pasaría desde la rentable venta de vino de cascas (cachina) hasta el de ser Discjockey en una Disco Pub. Pero la vida me dio una oportunidad de trabajar como taxista, y si, gracias a mi tía pude conducir un Volkswagen 1300 del año ’74. Sin dudas, tenia su estilo ese vocho. Obviamente en aquella época la gente prefería tomar como taxi a los flameantes autos “tico” por ser económicos y rápidos. La competencia fue ardua, teniendo que enfrentar algunas veces a los comités de taxi y sus "amables" dirigentes... Siempre tenia música a mi gusto en aquel vochito, el viento cambiaria luego de curso mi vida haciendo que me despida de “Ángeles del mar” (así se llamaba aquel vocho).

El turismo va cambiando de pañales en la Costa Norte, ya lo veremos pronto en pleno gateo… A inicios del presente año decidimos hacer un recorrido por la Costa Norte con “El Cuy Nómade”, no, no hablo de un roedor viviente ni mucho menos del Cuy mágico. Hablo de mi vocho 1300 que he decidido bautizarlo así en alusión al oriundo roedor domesticado por las Civilizaciones de arena y la función que este 1300 tendrá: transporte a donde el Inti brille y donde la Luna ilumine las rutas, un Nómada en las rutas del Perú.

Es un placer exquisito conducir un 1300, su fuerte carrocería lo convierte en un auto con personalidad y carácter. Sin dudas el mejor compañero para ir mas allá de las rutas turísticas, más allá de lo pre fabricado de los horarios y formalidades.

Textos y fotografía: Víctor Corcuera Cueva

Trujillo, 28 de mayo del 2010.


Atrás dejaríamos al valle moche, con sus historias criminales sin resolver…La Panamericana se convertiría así en la principal vía de circulación. 


En el trayecto pasaríamos por Chiclin, antiguo bastión de la colección privada de cerámica de los Larco. Chiclin es sin duda un Museo viviente de las épocas de apogeo económico de la industria azucarera de inicios del siglo XX. Por sus calles aun se murmuran aquellas buenas épocas, donde los patrones hacían venir toros de Salamanca para las patronales corridas… La reforma agraria que hiciera don Juan Velasco Alvarado, impactaría de una manera sin precedentes la estructura económica de Chiclin.


Locomotora recuperada y en exhibición en la residencia de Jorge Cox.


Paradojas de la vida, así luce el antiguo Museo que albergo la colección privada de los Larco que ahora se exhibe en el Museo Larco Herrera en Lima. En ruinas, tal y cual como los monumentos arqueológicos fueron saqueados por los huaqueros motivados por coleccionistas...


Los padres de la patria son bien recordados por estos parajes.
Foto archivo 2004.

Fachada del otrora “Cine Patria” de Chiclin.


Siguiendo nuestro norte tomaríamos un desvío a la altura del Distrito de Chocope. La ruta hacia el oeste nos llevaría hacia Magdalena de Cao, que a diferencia de otros de la zona, existe una atmosfera acogedora, sus habitantes son amables y sociables, siempre sonrientes y atentos a los visitantes. Allí nos cruzaríamos con “Don Shego”, singular personaje que trataría de indicarnos el trayecto hacia “El Brujo”.

Después de un largo desvío, debido a la pavimentación de la próxima vía hacia “El Brujo”, llegaríamos al flamante Museo de Cao; el cual exhibe las ofrendas, ornamentos y símbolos de poder de una de las Gobernantes de la Sociedad Mochica, una mujer joven que habría tenido poderes sobrenaturales: La Dama de Cao.


El complejo arqueológico “El Brujo”, es sin dudas, uno de los pocos a nivel nacional que guarda en sus entrañas la continuidad cultural que viene desde el pre cerámico hasta el periodo colonial. El océano pacifico que baña infinitamente las costas de este grupo arqueológico y las dos pirámides que emergen hacia el cosmos andino - las cuales parecieran limpiarse del polvo de huaqueros que antiguamente fuera victima - dan cabida a una atmosfera de pompas fúnebres, de respeto y temor… Retomaríamos la ruta hacia la Panamericana para continuar a nuestro norte.

La Panamericana como eje integrador de los pueblos de la Costa Peruana se vuelve también en punto de inicio del crecimiento de centros poblados. Es común ver ranchitos de carrizo donde una llanta fuera indica la permanencia de llanteros y/o mecánicos. El distrito de Chocope, Paijan y otros que se suceden en la Panamericana tienen un punto en común: Los moto taxis.

Estas unidades se convierten en el principal medio de transporte en aquellas áreas urbanas y rurales. La mayoría de ellas vienen con calcomanías que van desde frases muy religiosas, pasando por las revolucionarias hasta finalizar en nombre de grupos de tecno cumbias. Estas moto taxis personifican a sus propietarios y/o conductores.


Después de tres cuartos de hora flanqueados por el desierto de Paijan y esquivando a muchos moto taxis ingresaríamos a San Pedro de Lloc.


La riqueza patrimonial de esta ciudad se merece la atención y protección urgente. Sus casas republicanas muchas de ellas están pronto a colapsar.


En San Pedro de Lloc, es conocido también por la oferta gastronomica de “cañanes”. Estos reptiles representados en el Arte andino pre Inca, que fueron parte de la dieta alimenticia de los de la costa norte, siguen siendo preparados en diferentes formas: Cañanes guisados, cebiche de cañanes, tortilla de cañanes…


Antes de llegar a San Pedro de Lloc, capital de la Provincia de Pacasmayo, existe una caleta donde existe una continuidad de pesca artesanal milenaria: Puemape; que actualmente es un point para los surfers, es también una caleta donde las agujas del tiempo se han detenido.


Las infinitas olas golpean sin cesar las rocas, las olas se elevan, el sol cae…


Las embarcaciones de totora siguen alli, la fuerza regeneradora del vientre del mar es un motivo más para que siga la ancestral pesca artesanal.


Del lado oriental de la panamericana, otras realidades saltan a la vista, eco en aulas sin alumnos…


Siguiendo hacia el oriente, se observan otros medios de transporte. La cultura Light la llamaría transporte alternativo (ecológico), pero para los usuarios es la manera más práctica y económica para movilizarse entre las hectáreas que separan sus residencias con los campos de cultivo.


Pasaríamos por el caserío de Santonte, para fusionarnos íntegramente en el bosque de algarrobos “El Cañoncillo”. Los centenarios algarrobos que se retuercen como sacacorchos, donde las “putillas” nos guían al mejor lugar para armar la carpa. Las telarañas, “cañanes”, aves y siempre los algarrobos enraizados en la milenaria arena formarían el marco de un descanso bajo la bendición de la naturaleza y el cosmos que iría apareciendo a medida que la noche caía…



Al siguiente día, seriamos despertados por el paso de un caballo, donde el jinete lo cabalgaba en dirección de una de las lagunas de este bosque.


Los cultivos de arroz serian los paisajes flanqueadores de nuestro norte.


Algunos kilómetros más al norte de San Pedro de Lloc, esta Pacasmayo, antiguo puerto. Hoy en día quedan los recuerdos de la antigua aduana y de su muelle.


La panamericana atraviesa uno de los complejos arqueológicos mas importantes de la Civilización Chimú: Farfan. Actualmente es utilizado de relleno sanitario y de deposito de pajilla de arroz.


Guadalupe, tierra de Reinas de belleza, en la transición a la modernidad….


Mientras que Guadalupe surge y crece económicamente, los abuelos aun transmite sus emociones, historias y ansiedades como en antaño: conversando bajo la sombra de añosos árboles en las banquitas de la plaza.


Moto taxis, camiones de carga, la panamericana, sembrios de arroz, palta y productos de pan llevar irían quedando atrás… Pasaríamos rápidamente por Chepen con su vía crucis para dirigirnos hacia Lambayeque.


El “Cuy Nómade” sigue rodando, al desierto lo transforman, la irrigación a goteo cambia el paisaje, La Ruta 1300 continuara...